Con facilidad solemos perder de vista que cada instante muere para renacer y así nos despistamos de abrazar el ahora.

Cuando alcanzamos una meta solemos experimentar el camino recorrido desfilando ante nosotros con la duración de un suspiro, ese tiempo transcurrido con toda la intensidad de rostros y amistades, colores y experiencias condensados en tan solo 1 segundo. Ese presente es el que guarda, como en un cofre del alma, los tesoros que siempre han sido nuestros, porque resumiéndolos en una palabra son Amor, lo único Real, lo que en Verdad Somos y siempre Seremos.

Nos enseñan que no se puede avanzar sin esfuerzo, lucha, sacrificio y dolor… en fin, a convivir con el ego y olvidamos así, que lo verdaderamente importante es evolucionar poniendo solo una pequeña dosis de buena voluntad. Esa voluntad que veo hoy en mi hijo, la que tuvo cada vez que, aunque queriendo quedarse acurrucado en la cama, se levantó expectante de lo que ese día venía a enseñarle disfrazado de dibujos, letras, números y fórmulas. 

Isaac,

Culminar el último año puede ser, si decides, una meditación, una pausa para respirar la vida experimentándose en La Vida:

  • ¿Qué te llevas de esta experiencia más allá de raras teorías y teoremas?
  • ¿Cuánto creciste aparte de tantos centímetros?
  • ¿Cómo fuiste pasando no solo de grado sino de estado mental?
  • ¿Qué emociones fueron tus maestras?
  • ¿Cuánto aprendiste enseñando y compartiendo?
  • ¿Aprobaste ya algunas lecciones de perdón?
  • ¿Cuánto gozaste, reíste y disfrutaste?
  • ¿Reconoces que todo cuanto sucedió fue perfecto para tu evolución? o
  • ¿Hay algo de lo vivido que sigue siendo para ti aún una asignatura pendiente?

Honro profundamente tu madurez, orden, sabiduría, responsabilidad y dedicación, tus alegrías, sonrisas y miradas, tu silencio y tus palabras (porque siempre comunicas tanto).

Agradezco que cada día hayas regresado a casa trayendo mi corazón de vuelta.

Perdono y te pido que perdones las clases de paciencia que reprobamos tantas veces.

Bendito seas por cumplir el acuerdo de ser mi primer hijo, dándome la oportunidad de saborear el Amor de Dios.

Que la paz de tu mente y corazón sea la guía a la hora de decidir para que el camino venga libre y así tus propósitos sean siempre sueños felices.

“Tú y yo somos un solo Ser, unidos a nuestro Creador en este Ser. Te honro por razón de lo que soy y de lo que es Aquel que nos ama a ambos cual Uno.” UCDM. L- 95:15

“Decide en favor de Dios, y todo se te dará sin costo alguno.” UCDM. MM- 13. 8:2

Tu ma.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *